Los parkings deben ser garantía de fluidez de vehículos y adecuados accesos


Cada vez se incrementa el número de viajeros que se decantan por utilizar los aparcamientos en los aeropuertos por todas las ventajas que esto representa. 


De acuerdo al uso y las necesidades, las infraestructuras tienen ciertas características, aunque todas coinciden en la comodidad y flexibilidad que es lo que finalmente busca el pasajero

Una de las preocupaciones que se presentan al momento de planear un viaje es el transporte al aeropuerto, más aún si se realiza con varios integrantes de la familia, incluyendo niños, lo que implica más equipaje y más trajín. 

Todo se complica todavía más según la hora en la que esté fijado el vuelo, muchas veces toca llegar al aeropuerto en la madrugada para la salida u ocurre que el vuelo aterriza de noche o madrugada al momento de retornar.

Ante todo este panorama, una alternativa se presenta como la gran solución: utilizar el parking del aeropuerto, opción que resulta más cómoda y flexible porque no se producirán esperas para realizar el desplazamiento que se requiere, ni tampoco hay que estar ajustado a un horario o depender de otra persona.

Como vemos, las palabras clave de los parkings deben ser comodidad y flexibilidad, pero esto no sólo se refiere a las ventajas que de por sí tiene para los usuarios. Los espacios, las plazas (es decir, toda la infraestructura que corresponde), deben garantizar fluidez vehicular y buenos accesos, y todo esto se deriva de una planificación al momento de sus ubicaciones, de lo contrario será un caos que quitará mucho tiempo al viajero.

Infraestructura de parkings

Existen diversos tipos de parking y cada quien escogerá el que se ajuste a sus necesidades y presupuestos. En lo que respecta a la infraestructura y ubicación cada uno tiene sus particularidades, lo que sí tendrán siempre como puntos coincidentes es que deben tener las condiciones para que las entradas y salidas de coches sean fluidas y acordes, ya que se trata de una zona de tráfico regular.

En tal sentido, al ser diseñada la estructura de un aeropuerto, el área de los parkings tiene protagonismo porque la entrada y salida de los pasajeros de las terminales forman parte fundamental del proceso que comprende la ruta de los miles de viajeros que usan estas instalaciones diariamente.

Uno de los más usados servicios de parking en el aeropuerto es el general, que se instala cerca de los aeropuertos de tal forma que los usuarios puedan ir o llegar a éste caminando. 

Suelen ser cerrados con las plazas cubiertas y cuentan con un estricto control de seguridad, a fin de garantizar la mayor protección de los coches que allí se resguardan.

Los aparcamientos de estancias largas están más alejados de los aeropuertos por lo que generalmente tienen un servicio de lanzadera (bus que hace la ruta con alta frecuencia) de ahí al aeropuerto y viceversa. Se recomienda en casos de viajes que excedan los cuatro días.

El llamado parking preferente es aquel en el que las plazas están ubicadas muy cerca de la terminal aérea, por lo que el usuario caminará lo mínimo. Es ideal cuando el pasajero cuenta con poco tiempo.

Por otra parte, el parking exprés estará siempre cercano a los accesos de las terminales y fue ideado para un aparcamiento de minutos, máximo 30, generalmente para llevar o recoger a los pasajeros.

Hacia el estacionamiento inteligente

Las palabras  “estacionamiento inteligente” vienen cobrando fuerza ante la necesidad de simplificar espacios y contar con parking cada vez más funcionales. 

Es así como cada vez se van incrementando los sistemas de aparcamiento robotizados, siendo uno de los más expectantes el del aeropuerto de Düsseldorf en Alemania, sobre el cual explicaremos su funcionamiento.

Una vez en el lugar, el usuario se estaciona en una de las plazas, el sistema medirá y pesará el coche para que es cuestión de pocos segundos se seleccione automáticamente el espacio y un robot que se ajuste, el que llegará rápidamente levantará el vehículo y lo lleva al lugar que le ha sido destinado.

Para recogerlo, el propietario puede avisar desde una aplicación en el móvil que llegará para que el sistema tenga todo listo en su justo momento, de hecho el sistema también está conectado con los datos de los vuelos. Una vez producido el aterrizaje, el robot desplazará el coche oportunamente.

Este aparcamiento robotizado cuenta con 249 plazas, lo que supone un ahorro de 60% de espacio.

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