El Arquitecto Profesor (Otra salida laboral a la crisis del sector de la arquitectura)

Ser profesor como arquitecto

En este post veremos las distintas opciones que un arquitecto tiene para dedicarse a la docencia. No te lo pierdas

Uno de los mayores nichos profesionales en el que puede centrar su actividad un arquitecto que no encuentre trabajo, es la actividad docente.

No nos referimos únicamente a la docencia universitaria en carreras como arquitectura o arquitectura técnica, que también, sino a toda la actividad en el sector de la docencia que un arquitecto puede desarrollar.

El arquitecto como profesor

Se nos asume una cierta capacidad de oratoria, si no oratoria tal vez si de hablar en público, con cierta soltura y habilidad según el caso. Esto lo hemos podido adquirir a lo largo de la carrera, donde, en mayor o menor medida, hemos tenido que enfrentarnos, no pocas veces, a correcciones públicas, exposiciones…

Tenemos una gran capacidad de organización de contenidos, esta capacidad es necesaria para cualquier estudiante de arquitectura. La búsqueda de fuentes de información, de bibliografía, de contenidos, normativas, para luego ser clasificada, cribada y estructurada es constante a lo largo de la carrera, esta habilidad se le suma a las necesarias para un docente.

Ahora bien, reconocidas ciertas habilidades a la hora de establecerse como profesor, un arquitecto tendrá que escoger el campo en el que quiere desarrollar su activad para lo cual, una vez más, nuestra formación nos respalda y nos avala.

Opciones docentes para arquitectos


1. Profesor en una escuela de arquitectura

Estamos en la cima de la pirámide de la docencia como arquitecto y por lo tanto el más difícil de conseguir. Para ser profesor en una escuela de arquitectura necesitas en la mayoría de los casos un buen expediente, un doctorado, buenos contactos y la acreditación ANECA (especialmente para la Universidad Pública).

El camino habitual es cursar un doctorado y aplicar a las convocatorias de PDI (Personal docente e investigador) de una universidad en concreto.

Las figuras a las que puedes optar son: ayudante, ayudante doctor, contratado doctor o profesor asociado. Cada una de ellas tiene sus requerimientos especiales, siendo las más accesibles las de ayudante o las de profesor asociado (para esta última hace falta que estés trabajando).

Es una carrera de fondo a la que tendrás que invertir muchos años.

2. Profesor en colegios y/o institutos

Para ser profesor en un colegio y/o instituto público (secundaria) necesitas un Máster Oficial en Formación del Profesorado y presentarte a las oposiciones pertinentes o hacer sustituciones de profesores. 

En el caso de centros privados necesitarás superar una entrevista de trabajo y aunque en muchos casos te solicitarán el Máster de Formación del Profesorado, no siempre es así.

3. Profesor de FP

Para ser profesor de Formación Profesional necesitas tener una carrera que guarde relación con la especialidad que se vaya a impartir o un ciclo formativo de grado superior de la misma especialidad.

Además necesitas el Máster en Formación del Profesorado de Educación Secundaria Obligatoria y Bachillerato, Formación Profesional y Enseñanzas de Idioma, título imprescindible para poder ejercer como docente y que equivale al antiguo CAP.

4. Profesor de academia

Es una de las opciones más seductoras, para empezar porque no siempre te exigirán el Master en Formación del Profesorado y porque tienes mayor libertad a la hora de establecer los contenidos, horarios y honorarios. La mayor desventaja es la necesidad de establecerse como autónomo y una inversión inicial en costes de materia, local… 

Existen numerosos campos dónde puedes centrarte, averigua que materias controlas más o cuales están más demandadas actualmente, tanto como apoyo a materias de la carrera (geometría, física, matemáticas, estructuras…) como en el desarrollo de habilidades complementarias, programas de diseño e infografía, programas de cálculo de estructuras, instalaciones, eficiencia energética…)

5. Profesor particular

Es una de las opciones más viables económicamente y un buen paso previo para las anteriores, ya que te permitirá medirte como docente y mejorar con la práctica en ambientes más privados. 

No necesitas a-priori un local propio ya que puedes dar las clases en tu casa o en la casa del “alumno”. Tú fijas los horarios y los precios, y si consigues una cantidad de alumnos suficiente te permitirá vivir de ello.

6. Elaborador de cursos on-line

Es quizás una opción todavía poco conocida pero que empieza a tomar fuerza en los últimos años. Mucha gente se dedica a elaborar cursos on-line de las materias que domina para luego venderlos a través de plataformas que operan en la red como por ejemplo Udemy o incluso a venderlos ellos mismo de forma autónoma. 

Cuidado si te decantas por esta opción ya que las empresas suelen aprovecharse de los elaboradores de cursos ofreciendo precios muy bajos, cuantifica el número de horas que vas a dedicar a la elaboración del curso y calcula cuanto quieres pedir por ellas, no te rebajes, es tu tiempo y tu trabajo.

***

Plantéate para que opción te encuentras mejor posicionado, cuales son las necesidades de tu entorno y que inversión estás dispuesto a hacer. 

Estas son las opciones que nosotros te presentamos para dedicarte a la docencia como arquitecto, si tienes alguna más o quieres dejarnos un comentario puedes hacerlo abajo. Os esperamos.

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